Esperaba el bus, por la mañana como siempre, ya era invierno y el humo del cigarro se confundía con el vaho de las gargantas, parecía estar lleno de humo. Paso por hay una señora, vestida con ropa recogida de la basura y portando 5 bolsas de supermercado repletas de papeles, plásticos, algo de comida y cualquier cosa que pudieras imaginar, toda su vida en 5 bolsas... aun así la señora sonreía por haber conseguido un calcetín con algo jugoso dentro.
Había quedado con Vhila, hace tiempo que quería verla pero nunca encontramos un momento para hablar como dios manda. La conocí en la boda de su primo, la novia era una vieja amiga y nos invito a mi amigo Tob, el amigo de la infancia del que nunca que te separaras... o eso parece, y a mi. En la boda, todo ocurrió como si no tuviera que pasar, me separe de mi amigo un rato, fui al baño y luego a por una copa y me dedique a mirar por los cristales mojados de la ventana, llovía un poco, pero siempre que he visto llover e pensado que nada malo puede pasar fuera, donde caiga agua... cualquier persona que quiera hacer el mal en la calle se estará mojando y estaría demasiado incomodo para joder a un tercero... aun no lo había podido comprobar, pero me fije que dentro el padrino de la boda miraba desde la mesa a la novia haciéndole señales de "ve para allá", la novia fue y el padrino detrás desaparecieron, entonces fue cuando Vhila se me acerco con un trago de mas y empezó a contarme una anécdota de su infancia que tenia que ver con un panal de avispas, un perro furioso y un charco de barro aun húmedo. No pude evitar reírme, yo veía a la mujer con una cara lo mas parecida a la que tienen los ángeles, de pie enfrente mía, roja de la vergüenza y pensando en que acababa de decir:
-perdón... me voi-
-no no- seguía riéndome- no hace falta que te vallas-
-YA PERO YO ME QUIERO IR- se giro rápido pero la sujete del brazo antes
-anda quedate y cuentame quien eres- me salio la sonrisa mas grande que nunca tuve, me alegro la noche.
A partir de hay quedamos un par de veces, ablamos por internet y hacia varios meses que no sabíamos nada del otro...
Esperaba el bus y Vhila no llegaba, quedamos justo para 10 minutos... al final no apareció. Subí al bus, estaba a reventar y me senté al lado del individuo de la sudadera,
me miro y me dijo:
- Hoy no veras el sol, hasta que no mates las nubes de tu cabeza.-
:)
ResponderEliminarbonico